Se elaboran con carnes de vacuno, sobre todo piezas grandes de la pata trasera del animal.
Las cecinas se salan y se dejan curar en el secadero, hasta que adquieren el punto óptimo para su consumo.
El embutido se elabora con el despiece de la misma pata trasera de la que se ha elaborado la cecina con la contra.
En Casalba, se elaboran en secadero natural, con toque de brasero de leña de encina.